lunes, 8 de junio de 2009

ESFUERZO



Atrévase Corra riesgos, sin dejar de ser prudente. No se asuste por el miedo a fracasar o por las dificultades que encontrará.
Ejercite la voluntad cuidando los detalles pequeños: organizar el escritorio, recoger un papel del piso, sonreír a alguien, contestar bien el teléfono, cumplir un plazo.
Establezca un horario para su vida y ajústese a él, con flexibilidad, pero con exigencia.
Otras maneras de fortalecer la voluntad es perseverar en lo que comienza. Comenzar lo hace cualquiera; sólo los triunfadores llegan hasta la meta.
El autodominio es importante para ser libre, pues de lo contrario se es prisionero de uno mismo.
Todo lo que vale, exige esfuerzo, disciplina, dedicación. Decídase a emprender ese camino, cada día.
La paciencia todo lo alcanza. Cambie la impaciencia por la perseverancia en el empeño. El tiempo es necesario para alcanzar cualquier objetivo.
Ejercitar la paciencia es una manera de fortalecer la voluntad: paciencia para escuchar a los inoportunos, para controlar los impulsos, para no contestar mal.
Lo que hay que hacer, se hace: ¡ahora! Sin aplazarlo. Ahí radica la clave de la superación personal.
Hable claro, aunque pase un mal rato. Pero hágalo como le gustaría que lo hicieran con usted.


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